Anidada en un valle verde al pie de la imponente formación granítica del Pendão, la aldea de Prova, en el municipio de Mêda, es un tesoro por descubrir. Con una historia rica y un patrimonio singular, Prova invita a los visitantes a un viaje en el tiempo, donde cada piedra y cada calle cuentan una historia.
El corazón de la aldea es la Iglesia Matriz de São João Batista, una joya arquitectónica que data del siglo XVI. Este templo barroco, de planta longitudinal con tres naves, alberga en su interior retablos de talla dorada que reflejan la maestría artística de la época.
Recorriendo las calles de Prova, es imposible no notar las influencias manuelinas en las ventanas y puertas de las casas antiguas, testimonios vivos de un pasado glorioso. La Casa Grande, también conocida como Solar de Prova, es un ejemplo notable