Con un total de 18.767 m² de terreno, de los cuales 16.500 m² son rústicos y 2.267 m² urbanos, esta propiedad ofrece una base sólida tanto para actividades ecuestres como para el desarrollo de proyectos de turismo rural.
Las instalaciones ecuestres están completamente equipadas para acoger actividades tanto profesionales como recreativas. Incluyen una pista de entrenamiento con arena de sílice de alta calidad, 30 boxes para caballos, un picadero cubierto que permite entrenamientos en cualquier condición meteorológica, garaje para camiones y varios paddocks espaciosos.
La zona residencial cuenta con una vivienda principal independiente y dos casas de servicio que brindan apoyo operativo a la finca. Un aspecto destacado es la posibilidad de construir viviendas T2 junto a cada dos establos, lo que permite alojamientos cómodos para cuidadores, empleados o propietarios — una solución práctica que facilita la gestión diaria y garantiza presencia permanente en el lugar.
Con una infraestructura completa, ubicación privilegiada y alto potencial de crecimiento, esta finca es la opción ideal para profesionales del sector ecuestre o inversores que buscan un espacio versátil, bien equipado y con excelentes oportunidades de expansión residencial o turística.